E.A.S.T. (Essential Autonomous Struggles Transnational)

EnglishTurkishFrenchItalianPolish

La decisión de Erdogan de retirarse de la Convención de Estambul para contrastar la violencia contra las mujeres es una declaración de guerra contra las mujeres y las personas LGBTQI+ de todo el mundo: la violencia patriarcal y estatal es un asunto privado que no debe ser castigado y las mujeres deben ser golpeadas, asesinadas y violadas; la libertad sexual debe ser reprimida porque es esencial para proteger la idea de la familia tradicional y mantener el orden social.

El 1 de julio se hará oficial la retirada de Turquía de la Convención. Será una jornada de lucha y huelga en toda Turquía. Pero esto no es suficiente: queremos convertir el 1 de julio en un día de lucha global, para responder con un levantamiento común al ataque patriarcal que estamos viviendo en todas partes.

Al retirarse de la Convención, Erdogan quiere asegurarse de que la violencia doméstica y estatal contra las mujeres y las personas LGBTQI+ – que ha aumentado precisamente durante el toque de queda impuesto tras la retirada de la Convención –, así como la tortura a manos de la policía, los abusos sexuales y el encarcelamiento contra las mujeres y los niños kurdos, no tengan consecuencias. La Unión Europea finge no ver, mientras el régimen de Erdogan mantiene a los solicitantes de asilo fuera de las fronteras europeas.

Sin embargo, la retirada de Turquía de la Convención de Estambul no es un hecho aislado. La Convención está siendo rechazada en toda Europa centro-oriental. En Polonia, las mismas fuerzas políticas que prohibieron casi por completo el aborto a finales del año pasado quieren ahora redactar una convención alternativa. Del Este al Oeste, del Norte al Sur, los gobiernos utilizan la pandemia para volver a colocar a las mujeres en las posiciones sociales que ellas mismas desafían: en casa, cuidando de sus familias gratuitamente, o explotadas y sobrecargadas de trabajo en sectores esenciales – trabajos de cuidados, atención sanitaria, saneamiento, logística, agricultura, limpieza – mal pagados y devaluados. Cuanto más visible es el carácter esencial de nuestro trabajo, más se atacan nuestras libertades.

No nos engaña la mentira que ve a la UE como el bastión de la igualdad de género, porque la UE tolera, e incluso promueve, la violencia patriarcal con su régimen de fronteras, la violencia policial, el racismo institucional y el chantaje de los permisos de residencia. En todas partes, los gobiernos están aplicando políticas patriarcales:

– obstaculizando el divorcio, incluso de parejas violentas, y cuestionando el derecho a la pensión alimenticia;

– recortando la financiación de los centros antiviolencia;

– financiando subsidios familiares racistas que favorecen la explotación de otras mujeres y excluyen a las mujeres migrantes;

– restringiendo o prohibiendo el derecho al aborto;

– criminalizando a las personas LGBTQI+;

– reprimiendo las protestas antigubernamentales;

– desalojando y segregando a personas y comunidades enteras, especialmente a los pobres y a los gitanos, en los suburbios degradados de las ciudades;

– haciéndose cómplices y legitimando la violación y la tortura de mujeres migrantes y refugiadas.

El 1 de julio queremos gritar que la lucha de las personas LGBTQI+ por la libertad sexual y contra su criminalización, y la lucha contra la violencia patriarcal contra las mujeres, constituyen una lucha común transnacional por la subversión de la reproducción neoliberal y racista de la sociedad patriarcal. Inspiradas en la huelga feminista global, en las luchas en curso desde Polonia hasta Argentina, en la fuerza de las reivindicaciones feministas en los levantamientos populares de América Latina, desde Colombia hasta Chile, y en la lucha diaria de las mujeres contra la violencia machista y estatal, llamamos a todas y todos a movilizarse el 1 de julio junto a quienes luchan en Turquía. Hacemos un llamamiento para movilizarnos contra el modo en que, desde Europa hasta América Latina y más allá, la pandemia y sus consecuencias se están gestionando a expensas de las mujeres, de las personas LGBTQI+, de las y los migrantes, de las y los indígenas, de las y los gitanos y de las y los trabajadores esenciales.

El 23 de mayo habrá una asamblea en línea organizada por E.A.S.T. para coordinar la jornada de movilización transnacional del 1 de julio. Invitamos a todas las y los activistas, trabajadoras y trabajadores y organizaciones que comparten la urgencia de una acción colectiva para oponerse a la violencia patriarcal, a unirse a nosotras en esta reunión. Discutiremos cómo movilizarnos juntas y juntos, qué prácticas compartir, qué lemas comunes pueden resonar a nivel transnacional.

Para participar, envíenos un correo electrónico a essentialstruggles@gmail.com

Lea la declaración transnacional de E.A.S.T:  https://www.transnational-strike.info/2021/04/23/a-transnational-response-to-the-attacks-on-the-istanbul-convention/